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Biografìa Acuàtica Personal- Oliva Tania-

El presente trabajo va a hablar un poco sobre mi experiencia en el agua pero más que nada sobre las de mi familia ya que las considero más impactantes e interesantes.

La natación mantiene la capacidad de coordinar gran cantidad y variedad de movimientos que en el caso de los niños, prepara para los aprendizajes motores en general.

Lo más hermoso de su práctica es que a cualquier edad, nos pone en contacto con nosotros mismos y con la naturaleza. Con nosotros, porque nos acercamos a los miedos más profundos de subsistencia y a la gloria de superarlos y con la naturaleza, porque aprendemos a desenvolvernos con el elemento más abundante del planeta, y quizá con nuestra esencia porque nos gestamos en el agua que según las teorías evolucionistas provenimos de ella como especie.

 

Desde muy chica estuve en constante movimiento, me gustaba jugar como a cualquier niño, pero más aún en el agua, disfrutaba mucho el baño diario y recuerdo que teníamos una bañera en casa y que en una ocasión mis tías y mi mamá, nos bañaron a mis primos a mi con mi hermano todos juntos. Todo esto a lo largo del tiempo, fue fortaleciendo la personalidad de cada uno, ya que compartíamos y de a poco tomábamos conciencia de nuestro cuerpo y el de los demás.

A la edad de 7 años hasta los 10, mis papás me inscribieron en la pileta del club YPF, me quedaron recuerdos ligados a la iniciación, como aprender el corchito, la estrellita, a tirarme de cabeza ( lo empecé haciendo de rodillas en el piso, progresivamente) y de a poco a animarme a tirarme del trampolín.

Luego, ya más grande, iba practicando la natación como podía porque me había dedicado a otras actividades. Mi tío tiene una pileta grande de 16mts de largo por 7 de ancho y 3 de profundo en donde me preparé para el ingreso al instituto, recuerdo que en el examen hice 30 mts subacuatico, había practicado sólo 20 mts que eran los requeridos, por lo que me di cuenta que había superado mi marca personal en largo, por aguantar la respiración.

 

A lo largo de los años fuimos de vacaciones al mar. En Chile una vez, por ejemplo, la experiencia de mi hermano, la recuerdo de manera triste ya que casi se muere ahogado;  un tìo nuestro le había prestado una tabla que no tenía el soporte correcto para el tobillo y no se había enganchado, mientras mis papás charlaban yo me di cuenta, en cuestión de segundos, que no estaba en el lugar correcto, estaba muy lejos y cada vez más de la orilla, empecé a gritar y a llamar a todos, la tabla volvió sola y mi hermano seguía gritando, en un momento un señor que estaba cerca lo pudo sacar junto con el bañero que llegó después y le colocó el salvavidas. Como experiencia, a èl no le quedó un trauma grande, pero si logro tomar conciencia de lo que mi papá siempre le decìa que uno no se tiene que confiar en el mar, que hay que tenerle mucho respeto, parece que entendiò la dimensión de la frase, asì mismo su proceso de ASIMILACIÒN, que describe la capacidad del organismo para manejar situaciones y problemas con el bagaje de estructuras presentes, le ayudó a no hundirse porque se diò cuenta por su respiración que si seguìa nadando iba a terminar por fatigarse y se iba a hundir. Asimilar, significa que tratamos de adquirir conocimientos de los objetos que nos rodean y que hay una lectura de la realidad en base a la experiencia previa.

 

La experiencia de mi mamá, fuè muy traumante, se tratò de que no tuvo la oportunidad para una correcta AMBIENTACIÒN que le permitiera pasar de grados cada vez màs refinados de motricidad, como son el logro o la ejecución eficiente de técnicas de nado o por ejemplo segùn Piaget desde su perspectiva que el aprendizaje es gradual, continuo y unitario. Cuando ella tenía 7 años de edad su padre en una reunión de amigos, por vaya a saber Dios que motivo, la arrojó a una pileta para que aprendiera a nadar “sola”, ella sintió que se moría y con el pasar del tiempo las secuelas de la experiencia hacen que mi mamá no puedo meter la cabeza abajo del agua ni nadar en aguas muy frías, ni tampoco soporta que le salpique mucho agua en el cuerpo.

Hemos de tener presente que cada persona tiene un tiempo y una forma de aprender.

 

La historia de mi papá es aproximadamente en al año 1964, el tenía 17 años, estaba con sus amigos en el lago del Parque General San Martín y estando en una de las orillas de la isla, se largó de cabeza ( sabiendo del peligro) para bañarse porque era un día de mucho calor, y cuando quiso salir se le enganchó el pie en una de las tantas ramas que hay en el fondo, sus amigos le gritaban y le decían que hiciera lo que pudiera pero ninguno se tiraba, hasta que su mejor amigo sin importarle el peligro, se tiró y lo salvó.

 

En ninguno de los tres casos se tuvo un correcto proceso de ADAPTACIÒN a través del cual las personas aprenden del agua, ordenando una cantidad de informaciones sensoriales nuevas, para poder moverse con naturalidad y eficiencia y no ser sorprendidos por imprevistos.

La adaptación es observable: en el aspecto psicológico, porque desaparece el temor; en el aspecto motriz, porque los movimientos se tornan eficientes y en el aspecto fisiológico porque los músculos se acostumbran a un trabajo inusual.

Para lograr una adecuada adaptación hay que desarrollar los siguientes objetivos: desarrollar placer por las actividades acuáticas; perder el temor, fomentar la auto confianza; favorecer el desarrollo integral del individuo; y conseguir el dominio de los patrones motores específicos del medio acuático.

 

El temor al agua nace de dos miedos ancestrales: a la asfixia y a la falta de sustentación. Toda la información presentada a modo de soporte teórico está en el cuadernillo del taller. Espero que le haya interesado mi historia.

Cierro con “el agua es fuente de vida” 

4 comentarios

prof. Bibiana -

Aprobado!

prof. Bibiana -

Al pregutarte por vos, te quise decir que ninguno de los casos se refería directamente a tu experiencia
pero quizá te tome algún tiempo poder pensar en eso.
Saludos

TANIA -

Profe, ya se a que se refiere, en mi caso al verlo asì sufriendo de èsa manera (yo tenìa 11 años) y no poder hacer nada, aunque lo intentè, yo le tengo mucho respeto al mar pero no me puedo meter màs allà de lo que mi percepciòn me indique o me sienta muy segura porque ya se lo que puede llegar a pasar, la ventaja mìa es que he tenido situaciones extremas en mi vida, con respecto a otras experiencias y he sabido mantener la calma, luego sola, no he podido contener el llanto, pero en el momento me he sabido controlar. Gracias por el comentario.

prof. Bibiana -

Muy interesante tu experiencia. En el caso de tu hermano, se ve que los esquemas de asimilación no pudieron ayudarle a resolver del todo la situación, pero le permitieron la supervivencia hasta recibir ayuda.
Y vos?